Copio:
Martina me ha llegado al corazón. Casi la puedo ver andar, como andan los abuelitos gorditos y pesados como ella. Cuesta imaginarla como una cachorreta ágil y juguetona. Y sin embargo la edad hace que todos pasemos de etapa en etapa, hasta que la dulce juventud y su despreocupación sólo es un recuerdo. ¡Dichosos los perros que no filosofan como hombres! Martina debería haber sido de esas perras que ya dan un pequeño paseíto por el barrio, mientras se mean un poquito, entre un alcorque y otro, sabiéndose el camino de memoria y el olor de su portal. Para entrar por él y luego, dormirse durante horas frente a una buena estufa, que en Huesca hace un frío inhumano, un frío inperruno, para cualquier clase de viejito.
Martina me recuerda a la única perra mayor que he podido despedir como Dios y los buenos hombres mandan: en su casa, con su familia, su cama, sus cuidados y su gente. La vejez en compañía es menos cruel.
Por eso me ha dolido leer que no hay nada, absolutamente nada para ella. Que tras llevarse su historia en ese lomo alopécico, a lo peor se muere de frío, o simplemente la matan, que para eso es de nadie, y no tiene a nadie, y no la quiere nadie.
Ay... Martina...
MARTINA (14 AÑOS) HUESCA
Tiene sobrepeso, y eso añadido a su edad hace que ande muy torpe de sus patitas traseras. También le falta un poquito de pelo en el lomo, pero sigue siendo una abuelita muy guapa.
Al ser la más viejita, Martina sería la primera en ser sacrificada. Por favor, solo pedimos que tenga amor en sus últimos días.
Contacto: jigusha@hotmail.com
(o mensaje privado a Animales Urgentes Huesca)
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