Copio:
Cuando nos vemos inmersos, directa o indirectamente, en el mundo del rescate animal y la gestión del abandono, nos acostumbramos a reclamar responsabilidad en nuestros conciudadanos. No entendemos, en muchas ocasiones, algunas de las decisiones que toman o realizan y tendemos a pensar “¿Y por qué no hace ésto otro, que así está ayudando a una entidad de protección animal?”.
Desconocimiento.
Es la razón principal por la que en éste país, estamos cómo estamos.
Y por eso, debemos dejar de lado, en ocasiones, todas éstas soluciones que consideramos mejores para paliar el problema tan grande que es el abandono y situarnos a pie de calle y pensar que hay algo, mucho más sencillo que luchar contra los molinos de viento que son nuestros gobernantes, que podemos hacer.
Educar, explicar, mover conciencias, desde lo más básico.
Y por ello hoy, vamos a contar brevemente, lo más básico, la diferencia entre una protectora y una perrera. ¿Por qué?
Somos conocedores de que, en muchas ocasiones, la gente que acude a adoptar se queja de los costes de una adopción (llegando incluso a insinuar que se comercia con los animales) o que exige a una protectora que se hagan cargo de todos los animales “porque para eso están”.
Y nos enfadamos por ello.
Y sí, tenemos razón en hacerlo, pero… ¿nos hemos preguntando si esa persona sabe realmente qué es una protectora? ¿Por qué cree éstas cosas?
Sí, lo has acertado de pleno, por desconocimiento.
Pues esa es nuestra labor como ciudadanos responsables, dar a conocer todo aquello cuánto sabemos, y contarlo a los que no, para cambiar la conciencia de nuestros conciudadanos y ellos también, se conciencien con la situación de los animales en nuestro país.
¿Qué es una perrera?
Una perrera es un centro público, pagado con los impuestos de todos los ciudadanos, gestionado por un ente público. Normalmente es competencia de los Ayuntamientos o las Diputaciones Provinciales, que pueden hacer o no una concesión con una empresa privada, que se encargue de la gestión. Se encarga de la recogida de los animales abandonados y su cuidado durante un tiempo limitado (dejando oportunidad a que los dueños los reclamen u otras personas los adopten) y que, terminado el tiempo limitado (y siempre dependiendo de cómo se gestione esa perrera) los sacrifican.
Cada perrera es gestionada de una manera u otra, dejando más tiempo a los perros antes de sacrificarlos, otras tienen unas premisas distintas de otras e incluso algunas, muy pocas, no sacrifican animales.
En este estado se encontraban los perros de la perrera de Mairena,
cuando fueron rescatados.
Incluso con cadáveres entre ellos
Los cuidados en éstos lugares son básicos, y sólo son vacunados cuando salen en adopción. Esa es la única garantía con la que salen de allí. Cuando un perro sale adoptado, si es adulto, será obligatorio que salga con desparasitación obligatoria, el microchip identificativo y la vacuna de la rabia (obligatoria para toda Andalucía), debiendo abonar el importe de vacuna+microchip+desparasitación.
Cualquier otro tipo de revisión veterinaria, así como esterilización (en caso de que el propietario la realice) correrá a cargo de su nuevo dueño en un veterinario que éste escoja.
Igualmente, es bastante habitual que muchos de los animales que salen de la perrera salgan enfermos, ya que en lugares donde hay hacinamiento de perros, hay enfermedades muy comunes (y contagiosas) como moquillo, parvovirus, traquebronquitos infecciosa (tos de las perreras) y otras más.
Las perreras llevan un control puramente administrativo sobre los animales que entran y salen, por lo que en ocasiones los animales pueden terminar en malas manos, de nuevo.
¿Qué es una protectora?
Una protectora es una entidad asociativa, que puede o no ser ayudada por los organismos públicos. Por lo general, la forman personas que deciden asociarse para ayudar a los animales abandonados y que se nutren de la ayuda solidaria para realizarlo.
No son un centro público, aunque en ocasiones, son ayudadas en forma de subvenciones por la Administración Pública, pero se nutren de la ayuda de socios, donantes y de los propios voluntarios.
Cada protectora tiene un reglamento que se establece por acuerdo de los socios de la asociación y que es llevado a cabo y gestionado por la Junta Directiva, personas elegidas por votación popular de los socios para llevar a cabo las funciones que se les designen.
Por lo general, lo común es que éstas protectoras rescatan, tratan, curan y preparan a los perros para darlos en adopción, vacunándolos tanto de la vacuna obligatoria (rabia) como de otras que son importantes para prevenir enfermedades que afectan a los perros, pero que pueden ser muy peligrosas (vacunas polivalentes para moquillo, leptospirosis, parvovirus etc, u otras como la vacuna para la traqueobronquitis infecciosa, etc), además de entregarlos esterilizados.
Toda ésta preparación supone un coste que la protectora sufraga con la ayuda solidaria de socios, donantes o subvenciones (si las reciben), por lo que cuando entrega a los animales, suele pedir un coste por la adopción que es acordado por los socios y la Junta Directiva.
En las protectoras, por lo general, se trata a los perros y se les mantiene hasta que son adoptados o mueren de viejos o por enfermedad. El sacrificio se considera cuando el animal sufre por enfermedad y no se puede hacer nada por él. Debido al hacinamiento de perros, es común la presencia de enfermedades contagiosas, a pesar de que se procure la limpieza y tratamiento de los perros afectados.
Las protectoras llevan un control más o menos exhaustivo sobre los animales que entregan en adopción, reservándose el derecho de hacer seguimiento bajo un contrato que adoptante y protectora aceptan seguir.
¿Cuáles son las diferencias entonces?
Las perreras son entes públicos, obligados a recoger a cuánto animal abandonado se halle en su territorio de actuación (local, provincial, etc), mientras que las protectoras son entidades asociativas que recogen cuánto pueden siempre dependiendo de la capacidad de la que disponen y que no están obligados a la recogida de los animales abandonados. Cuando las protectoras reciben una subvención pueden llegar a un acuerdo con el ayuntamiento que se la otorga.
Las perreras entregan a los perros únicamente con las condiciones que exige la ley (vacuna de la rabia + microchip + desparasitación), mientras que las protectoras, por lo general, entrega al animal sano, con todas las condiciones exigidas por ley, vacunas preventivas por su salud y esterilización ya realizada.
Las perreras no realizan un seguimiento de los animales que entregan, mientras que las protectoras suelen entregar a los animales bajo un contrato de adopción que asegure su bienestar, reservándose el derecho de realizar seguimientos al animal para asegurarse que está bien.
Las perreras sacrifican a los animales cuando hay sobrepoblación en el centro, o cuando termina el tiempo límite de espera para ese animal, mientras que las protectoras cuidan de sus animales hasta que son viejos, reservando el sacrificio sólo para aquellos animales que, por enfermedad, están sufriendo dolor.
¿Cómo ayudas más a los animales abandonados?
Adoptar es siempre una buena opción, elijas el centro que elijas. Si lo haces en una perrera, puedes estar salvando de la muerte a un animal, si lo haces en una protectora, también le salvas la vida pero además estás haciendo hueco para que un animal más sea rescatado.
Lo hagas donde lo hagas, conoce la diferencia y sobretodo, que éste artículo te sirva para entender por qué las protectoras piden un coste por la adopción, por qué las protectoras están saturadas y no pueden recoger a todos los animales, y que, con ello, ayudes concienciando a todos los que, como tu o yo, alguna vez nos hemos preguntando por qué las cosas son como son.
Pues hablando de organismos públicos, hace poco me dirigí a la DGT para preguntar por qué no castigan el abandono de animales en vías públicas, ya que esto provoca accidentes y muertes. En varias ocasiones la contestación ha sido que la protección animal no es competencia de la DGT. Debería la Sra Seguí entrevistarse públicamente con familiares de heridos y muertos en accidentes de circulación, pero esta muy ocupada en comprar helicópteros con radares con tecnología militar que les permitan sancionar, y recaudar más fácilmente. Dan vergüenza, dan asco. Cómo un día un familiar suyo se mate en la carretera por un animal abandonado, habrá que recordarles las evidencias que ni han querido ver.
ResponderEliminarGracias
Tienes mucha razón. Siempre me ha indignado que no hagan nada por las criaturas cruelmente abandonadas en las carreteras y que tampoco hagan nada por ser causa de accidentes, con riesgo para los humanos. Es como si evitaran el tema, tenga las consecuencias que tenga. No lo entiendo.
EliminarMuchas gracias a ti.