La galga favorita del príncipe Alberto, "EOS", pintada por Sir Edwin Landseer. Acompañó al príncipe desde sus catorce años y viajó con él a Inglaterra. Cuando Eos murió, con diez años de edad, fue enterrada en el cementerio familiar de palacio. Landseer se encargó de realizar un monumento a Eos para su tumba.

Eso, es amar a tu perro.

"SIEMPRE QUE VEO A UN CAZADOR SEGUIDO DE SU PERRO, LA ESCOPETA AL BRAZO, NO ME OLVIDO NUNCA DE DESEARLE BUENA CAZA. DICEN QUE ESA FRASE ES DE MAL AGÜERO". Julio Verne

lunes, 5 de mayo de 2014

Un joven se lanza al río Lagares para rescatar una perra atrapada en el cauce

Alejandro Santos, con el can

Alejandro, el noble héroe

Copio:

Una perra sin nombre ni dueño sigue viva gracias a que un vecino Vigo la rescató del Lagares. El animal se había quedado atrapado en medio del cauce y Alejandro Santos no se lo pensó dos veces. Saltó por un muro de hormigón y llegó hasta el agua, donde cogió al animal en brazos.

El rescate tuvo lugar ayer en el parque de Castrelos, mientras este joven vigués paseaba en compañía de su mujer.

Observaron que había una persona en la orilla intentando capturar con un palo al animal, que se encontraba muy asustado dentro del cauce. Pero con este procedimiento lo único que conseguía era que la perra se asustase todavía más. Alejandro no se lo pensó más que unos segundos y bajó directamente hasta el río en su búsqueda. El palleiro era de pequeño tamaño y estaba muy delgado, lleno de garrapatas y con los ojos muy irritados.

Cuando por fin lo pudo tener en sus brazos, regresó a la orilla. Tuvieron que ayudarle para volver a pisar tierra firme escalando por el muro de hormigón por donde había subido. Algunas personas comentaron que se trataba de una perra abandonada que suele merodear el entorno de Castrelos en busca de comida entre los contenedores.

«Era una perra preciosa, con todo gusto me la hubiera quedado, era mansísima, pero no pueda tenerla en el piso donde vivo y además con un gato», recordaba ayer María Ángeles Barral, mujer de Alejandro Santos.

La pareja avisó a la Policía Local y esperó durante hora y media, hasta que llegaron miembros de la protectora de A Madroa para que lo recogieran. Durante todo este tiempo, el animal no se quiso despegar de los brazos del joven que lo había salvado. «Solo la podíamos tocar nosotros dos», decía ayer María Ángeles Barral.

Finalmente fue depositada en la protectora en espera de alguien que se quiera hacer cargo de ella.

El animal estaba muy asustado y lo llevaron al refugio de A Madroa

1 comentario:

  1. ¡¡¡¡ Ole Alejandro!!! Lo que hace falta en este país es más gente como tú. Gracias

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