La galga favorita del príncipe Alberto, "EOS", pintada por Sir Edwin Landseer. Acompañó al príncipe desde sus catorce años y viajó con él a Inglaterra. Cuando Eos murió, con diez años de edad, fue enterrada en el cementerio familiar de palacio. Landseer se encargó de realizar un monumento a Eos para su tumba.

Eso, es amar a tu perro.

"SIEMPRE QUE VEO A UN CAZADOR SEGUIDO DE SU PERRO, LA ESCOPETA AL BRAZO, NO ME OLVIDO NUNCA DE DESEARLE BUENA CAZA. DICEN QUE ESA FRASE ES DE MAL AGÜERO". Julio Verne

lunes, 16 de septiembre de 2013

Adios, Lago. Lamento que no conocieras el amor de unos amos que te eligiesen. Que te eligiesen... que te eligiesen...



Copio:

Copio de Sara Jiménez:

Lago, ayer te fuiste...

Eras un perro más de tantos del albergue de Herencia... pero para mí eras especial.
No he comprendido nunca porque nadie se interesaba por ti, muchos preguntaron pero al final no cuajó ninguno.
Pasé cuatro noches y cuatro días muy duros contigo; apenas podíamos dormir, no entendía que te ocurría y qué podía hacer por ti.
Pocas veces me he tomado tan en serio algo como mi empeño por sacarte adelante.
Suelo ser muy pesimista siempre, pero nos dieron esperanzas contigo y como la gente dice que si piensas en positivo las cosas salen... cambié mi forma de pensar sólo por ti.  Pero veo que no ha servido de nada.
Siento cada momento que has sufrido por intentar salvarte. Quizá teníamos que haber tomado antes la decisión de dejarte ir... o no... no lo sé...
 El caso es que ya no estás..

Ojalá pudiese darte otro abrazo como el de la foto.. Siempre que entraba en tu chenil me recibías con miles de besos, me dejabas hacerte perrerías y siempre tenías una sonrisa perruna para todo el mundo.

No concibo ese chenil sin ti,  sin saber que estás en buen hogar... tu partida ha sido muy dura y aunque no eras mi perro he sufrido mucho contigo desde que me dijeron que estabas malito.
No tenías ni 3 años y esta puta vida te ha arrancado de este mundo sin darte la oportunidad de conocer el amor de unos amos que te eligiesen...
Lo siento mucho, siento no haberte conseguido ese hogar a tiempo.

Espero que allá donde estés me esperes y que vuelvas a recibirme con esa alegría que te caracterizaba y que en estos días no has podido demostrar.
Te quiero Lago. No me olvidaré de ti ¡nunca!

(Gracias Mónica por toda la ayuda, si no hubiese estado más sola que la una y me hubiese hundido más aún... Ojalá la próxima vez nos salgan mejor las cosas...)

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