La galga favorita del príncipe Alberto, "EOS", pintada por Sir Edwin Landseer. Acompañó al príncipe desde sus catorce años y viajó con él a Inglaterra. Cuando Eos murió, con diez años de edad, fue enterrada en el cementerio familiar de palacio. Landseer se encargó de realizar un monumento a Eos para su tumba.

Eso, es amar a tu perro.

"SIEMPRE QUE VEO A UN CAZADOR SEGUIDO DE SU PERRO, LA ESCOPETA AL BRAZO, NO ME OLVIDO NUNCA DE DESEARLE BUENA CAZA. DICEN QUE ESA FRASE ES DE MAL AGÜERO". Julio Verne

sábado, 11 de agosto de 2012

Carta de Ronda, podenca de caSa


Copio: http://perrosdecasa.blogspot.com.es/

RESPUESTA AL CAZADOR: http://noblegalgo.blogspot.com.es/2012/08/carta-de-un-podenco-adoptado-version.html


A la atención del señor cazador, de cuya propiedad yo era:

Primero que nada permítame agradecerle no haber crecido a su lado. No se acordará de mi, porque el resto de mis hermanos seguramente sí sirvieran para lo que yo no serví, y porque puede que, a éstas alturas, mi madre ya habrá tenido dos camadas después de la mía (y dentro de otras pocas, estará al borde de la piómetra y morirá, mejor final para ella, seguramente, que el de vivir contigo), como para acordarte de ésta pobre inservible.

Soy esa podenca, de color canela a la que soltaste en un patio junto a mis hermanos para perseguir un conejo. No lo seguí, o no lo hice como a ti te gustaba y, me dejaste en medio de la nada, asustada, hambrienta y con mucho miedo.

Los principios fueron un poco duros, no te voy a mentir, como soy vulnerable y muy sumisa, los perros abandonados que había por allí, me pegaban y no me dejaban comer, así que me llenaron de muchas heridas. Para inri, como no tenía vacunas, ni protección ni nada (eso lo he descubierto después) me picó un mosquito y enfermé, aunque no lo he sabido hasta un año después, yo sabía que no estaba del todo bien, ahora sé que eso se llama leishmania.

A pesar de eso, fui lista (aunque tu no lo creas, lo soy, y es que me infravaloras) y me acerqué a una urbanización y me colé, llorando, famélica y asustada. La gente me daba de comer, no como tu, y conseguí enternecerles y me llevaron a un sitio que sí, tenía jaulas y rejas, pero me sacaban todos los días a jugar, me daban deliciosas salchichas (¡y ni te imaginas lo bien que entran al cuerpo cuando tienes tanta hambre!), me acariciaban, me cepillaban y me tenían a resguardo de las lluvias y me podía refugiar con mi amiga galga Mowgly cuando había truenos y ruidos.

Con el tiempo, salí de ese sitio con jaulas a la gran ciudad y a una casa, donde tengo dos hermanos con los que juego un montón. Gracias a estar en casa, me han puesto tratamiento para mi leishmania, y aunque tengo el cuerpo dolorido por tantos pinchazos de glucantime, lo cierto es que voy mejorando, porque me siento mucho mejor y ahora, que estoy tan animada y me empiezo a curar, tengo muchas ganas de ver mundo y de jugar. Me paso el día jugando y recostada con mi dueña, que me da caricias y me deja usarla de almohada. Me dan un pienso buenísimo, y si me quedo con hambre, me deja repetir, me da chuches cuando hago las cosas bien y no me pega ni me hace daño. Gracias a mis papis he perdido los miedos que tenía, ya no me dan miedo los escaparates, ni las bolsas, ni los señores extraños que se parecen a ti.

Tengo un montón de amigos peludos y no me hace falta pelear con ellos para conseguir comida, porque mi mami siempre me da de comer, nunca se le olvida mi ración abundante de pienso, ni mis chuches, ni mis medicinas.

Los fines de semana y alguno que otro entre semana, me voy con esos amigos peludos al campo, y me sueltan para que corra con ellos. No me hace falta perseguir conejos ni cosas de esas, hacemos largas caminatas en el campo y trepo, subo, corro, salto, sólo por placer, y cuando vuelvo de la carrera, siempre me dan un premio, siempre y pase lo que pase. Además, cuando no vamos al campo, vamos a un parque canino, que es un sitio así grande con vallas y eso para soltar a los perros, así que todos los días puedo jugar con mis amigos del parque y con mis hermanos y estar mucho rato suelta.
A veces damos largos paseos amarrados con correa, pero me encanta, porque así voy más cerca de mi mami y no corro ningún peligro y evito que otro señor como tu me coja para probarme y dejarme otra vez tirada.

Te doy las gracias, por dejarme por inservible, porque así ahora puedo disfrutar de ésta vida de salidas, campo, carreras por placer, mimos, comida abundante y tratamiento veterinario para curarme, si no fuera por eso, seguramente en un par de años hubiera muerto por la leishmania, pero por fortuna, ni tu has sido capaz de acabar con mi vida, al contrario, me has dado la mejor vida que nadie pudiera soñar. Ojalá mis hermanos tuvieran la misma, ojalá, tu no estuvieras en la faz de la tierra y mis hermanos no tendrían que conocerte y sufrirte.

Piénsalo bien, no hay nada como ser de caSa, tienes suerte de que mis hermanos son la nobleza, porque si supieran lo que hay al otro lado de las cacerías, no dudarían en cazarte a ti, para ser perros de caSa, pero bueno, eso de matar es cosa tuya ¿no? Lo nuestro es ser leales, aunque nos vaya la vida en ello.

Dales ánimos a mis hermanos para sobrevivir a ti.

Atentamente.

Ronda."

No hay comentarios:

Publicar un comentario