Copio:
Rescatadas de la calle por un alma joven, por un niño de 10 años, sin jaula, sin miedo por parte de las galgas, sólo con un trozo de pan en la mano consiguió poner a salvo a una y con un trozo de chorizo que le cogió a su abuela a la otra.
La esperanza de que algún día las generaciones que vienen detrás de nosotros sean mejores que las nuestras respetando la vida animal.
Nos quedamos con esa sensación que reconforta para olvidarnos por un momento que la realidad es otra, que siguen abandonando animales, que por nuestras calles a diario aparecen muchos, que no llegamos a todo, que los avisos no paran y tener que decir que no de todas las llamadas que recibimos a diario no es fácil.
Contacto: adopcionesciudadanimal14@gmail.com
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